viernes, 27 de mayo de 2011

RECITAL DE ZARZUELA - El último romántico -Año II. Nº 69

0 comentarios
 
Fierros Álvarez - retrato de caballero romantico - 1827-94
Fierros Álvarez - Retrato de caballero romantico - 1827-94

A Fierros le interesa potenciar la sensación de realismo en sus retratos, para lo cual ha de replantearse la problemática de la luz y, en consecuencia, del modelado. Basándose en Velázquez, comienza a emplear una iluminación más cálida que evite los fuertes contrastes de modelado y reparta las sombras de un modo más uniforme, contribuyendo así a destacar la propia orografía del rostro. Este cambio en el tipo de luz le permitirá potenciar no sólo la sensación de realismo sino también de atmósfera, disimulando con ello el rigor dibujístico de la composición. La introducción del efecto atmosférico le llevará a modificar su paleta cromática para centrarse en los tonos pardos, aproximándose así a los parámetros del retrato romántico derivado de Rembrandt.


El último romántico es una zarzuela de costumbres en dos actos, divididos en cuatro cuadros, con música de los maestros Reveriano Soutullo y Juan Vert sobre un texto original de José Tellaeche, estrenada el 9 de marzo de 1928 en el Teatro Apolo de Madrid. Según los recuerdos de Nieves Fernández de Sevilla, nieta de uno de los autores, la Romanza de Miguel “Fuerza que me vence” formó parte de una versión inicial de La del Soto del Parral (1927), aunque se reutilizó, como es de sobra conocido, en El último romántico. En esta última gustó extraordinariamente en su estreno, repitiéndose tres veces, esta vez como Romanza de Enrique “Bella enamorada” con la que finaliza el cuadro primero del Acto I.

ACTO I. El Madrid de Don Amadeo en 1872.
En una plazoleta de Madrid, los vecinos discuten de variados temas, formando un cuadro muy animado. Dª Pepita comenta con Menéndez, el memorialista, sobre la Condesa de Téllez, su ama, la cual es infeliz en su matrimonio, y que en un pasado tuvo amores con un joven, con el que tuvo que romper tras el matrimonio impuesto por sus padres. Tomas, un ayudante del memorialista, pide ayuda a su amigo Ceferino para que le de consejos sobre las mujeres, puesto que está enamorado de La Encarnación, una modistilla presumida, la cual es novia de Enrique, un joven de ideas liberales. Aparece Enrique acompañado por un grupo de amigos que tras intercambiar unas palabras con Encarna, queda a solas con uno de ellos y comenta que su verdadera intención es la de quedar con una mujer que amó tiempo atrás, de la cual nunca se ha olvidado. Doña Pepita aparece con su ama, la condesa, cuyo nombre es Aurora, que ha acudido a la cita de Enrique, descubriéndose que en el pasado eran amantes y que debido a la boda impuesta tuvieron que separarse. El Conde es acérrimo enemigo de Enrique y ha decidido usar toda su influencia política para perseguir a Enrique por sus ideas liberales. Cerca de la plazoleta se produce un atentado, y todos los vecinos acuden alarmados por el alboroto, viniendo los guardias a prender a Enrique acusándolo de ser uno de los cómplices del atentado. Aurora intercede y responde por él, librándole de la policía, y provocando los celos de la Encarna.


Reveriano Soutullo y Juan Vert - Bella enamorada - EL ÚLTIMO ROMÁNTICO


Reveriano Soutullo y Juan Vert - Fuerza que me vence - LA DEL SOTO DEL PARRAL

viernes, 20 de mayo de 2011

RECITAL DE ZARZUELA - Los claveles -Año II. Nº 68

0 comentarios
 
F. Von Amerling - Retrato de Elise Kreuzberger - 1837
F. Von Amerling - Retrato de Elise Kreuzberger - 1837  (Museo de Liechtenstein, Viena)

Von Amerling fue el retratista más popular entre la alta aristocracia y la clase media acomodada del período Biedermeier. Una de sus modelos favoritas fue Elise Kreuzberger, a quien retrató en numerosas pinturas. Siempre se mantuvo fiel al modelo lo cual da muestra de la alta importancia que como retratista le corresponde. Su estilo tiene puntos de similitud con el de Ingres, al combinar la claridad de líneas con una rica coloración.


Los Claveles es un sainete lírico en un acto, dividido en tres cuadros, con música de José Serrano sobre un texto de Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño, estrenado el 6 de abril de 1929 en el Teatro Fontalba de Madrid. La romanza de Rosa “Que te importa que no venga…Maldito sea mi sino”, briosa y vibrante constituye uno de los puntos importantes de la zarzuela hasta el punto de que tuvo que ser repetida tres veces el día del estreno.

Rosa, joven y hermosa obrera de la fábrica de perfumes “Los Claveles” de Madrid, está absolutamente poseída de su belleza y de la fascinación que ejerce sobre los hombres, lo cual le permite jugar a su antojo con el corazón de sus enamorados. Entre estos se encuentra Fernando, el apuesto cajero de la fábrica, quien no está dispuesto a que Rosa juegue también con sus sentimientos. Al enterarse por una compañera de la joven de que esta pretende burlarse de él y de su amor, al igual que hace con todos, Fernando toma la decisión de adoptar una actitud de aparente frialdad y desprecio hacia la muchacha, actitud que acaba por enardecerla. De este modo, lo que Rosa pretendía que fuese, como siempre, burla y juego, se convierte en martirio y desesperación ya que al verse despreciada por el galán, es cuando se da cuenta de que está locamente enamorada de él. Pero Fernando se mantiene firme y se permite, incluso, darle achares. En cierta oportunidad en que el joven acude a una cita preparada por Rosa, esta ve como al final Fernando la deja plantada y se va del brazo de otra mujer tan guapa como ella. La mujer no es otra que una hermana de Fernando pero como Rosa ignora este detalle, el ataque de celos es monumental y se jura a sí misma que Fernando acabará siendo suyo aunque le cueste la vida. La hermosa obrera termina confesando su amor a Fernando y ofreciéndole abiertamente su corazón. Cuando el cajero se convence de la sinceridad de los sentimientos de Rosa y de que la muchacha está ya curada de su insoportable vanidad, acepta el amor que le ofrece y se casa con ella.


José Serrano - Que te importa que no venga - LOS CLAVELES

viernes, 13 de mayo de 2011

RECITAL DE ZARZUELA - La tabernera del puerto -Año II. Nº 67

0 comentarios
 
Jean-Baptiste Debret - Autorretrato en una taberna - 1816
Jean-Baptiste Debret - Autorretrato en una taberna - 1816  (Museus Castro Maya, Rio de Janeiro)

Hacer una lectura iconográfica de esta acuarela de Debret, en donde se representa a sí mismo en una taberna, es bastante subjetivo, pero pueden señalarse algunos elementos, por ejemplo, el esclavo al fondo de la imagen muestra que se trata de una sociedad esclavista; el mobiliario es muy escaso, lo cual denota falta de comodidad en esta posada. La religiosidad es otra característica llamativa en esta obra, como puede observarse en la santa colgada en la pilastra.


La tabernera del puerto es un Romance Marinero en tres actos, con música de Pablo Sorozábal basado en el libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Fue estrenada el 6 de abril de 1936 en el Teatro Tivoli de Barcelona. El acto II reserva, como penúltimo número, la romanza de Leandro “¡No puede ser!….los ojos que lloran no saben mentir”.

En el puerto se encuentra la taberna de Marola. Nadie sabe el origen de Marola, solamente se conoce que la taberna fue costeada por el bandido Juan de Eguía, al que todos creen su marido. El marinero Simpson habla de Leandro (un pescador enamorado de Marola). Marola y Leandro se enamoran. Abel, un adolescente intérprete del acordeón, también se enamora de Marola pero no es correspondido. Un grupo de mujeres del pueblo reprochan a Marola que vuelve locos a todos los hombres, pero ella se defiende recriminándoles que no prestan atención a sus esposos. Juan de Eguía golpea a Marola ante la impotencia de Abel. Al día siguiente Abel cuenta lo sucedido, lo que hace que todos los presentes busquen a Juan para pedirle explicaciones. Leandro conversa con Juan el cual confiesa que Marola es hija suya, ante lo cual Leandro convence a su amada para que huya con el. Juan de Eguía aparece de nuevo y le promete a Leandro la mano de Marola a cambio de que introduzca un fardo de cocaína en la ciudad. Leandro acepta y acompañado de su amada se dirigen en una pequeña embarcación hacia una cueva que solo tiene acceso por mar, para cargar el fardo de cocaína, pero son sorprendidos por una tormenta y desaparecen. Abel canta a la desaparecida Marola, mientras Juan entristecido les cuenta a todos los presentes que ella es en realidad su hija. Poco después el marinero Simpson trae la buena noticia de que Leandro y Marola están vivos y se dirigen al puerto detenidos por los carabineros. Juan confiesa ser el verdadero culpable de todo lo sucedido y es detenido, mientras que Leandro y Marola quedan en libertad.


Pablo Sorozábal - Romanza de Leandro (Acto II) - La tabernera del puerto

jueves, 5 de mayo de 2011

RECITAL DE ZARZUELA - Jugar con fuego -Año II. Nº 66

0 comentarios
 
Federico Madrazo Küntz - Condesa de Vilches - 1853
Federico Madrazo Küntz - Condesa de Vilches - 1853 (El Prado, Madrid)

La protagonista de este espectacular retrato es doña Amalia del Llano y Dotrés, condesa de Vilches (1821-74), una escritora muy destacada en la vida cultural del Madrid del siglo XIX que participó y organizó salones literarios muy frecuentados por las figuras intelectuales de su época. Amiga personal de Madrazo, su relación culta y familiar queda de relieve en un retrato que combina la aristocracia de la modelo con la simpatía de su pose. El tratamiento del tema y el manejo de colores, luz y texturas, que hace fácilmente reconocible su obra.


La zarzuela en tres actos Jugar con Fuego se estrenó el 6 de octubre de 1851 en el Teatro del Circo de Madrid. La obra alcanzó un gran éxito artístico y económico, muy de estimar en aquellos tiempos en que estaba en juego nada menos que la posibilidad de subsistencia del género. “Un tiempo fue” es la Romanza del Acto III de la soprano, la Duquesa de Medina, enamorada de Félix, un Hidalgo ninguneado por los nobles.

La Duquesa de Medina, quien va disfrazada de modesta artesana y seguida del Marqués de Caravaca, tiene una cita con el joven hidalgo Félix, a quien hizo creer que era la criada de una encopetada señora. Cuando Félix va a buscar un coche para abandonar el lugar, vuelve a encontrarla el Marqués, pero ella en el bullicio logra escabullirse de él. Una vez en la Corte, el Marqués presenta a Félix a la Duquesa, prometiéndose una buena broma. La Duquesa, que no quiere que se descubra el juego, niega conocerle, y Félix se disculpa diciendo que se habrá equivocado. Más tarde la Duquesa y el Marqués, a quien logra arrebatarle una carta comprometida por un beso, son sorprendidos por Félix, que, sintiéndose agraviado, quita la espada al Marqués. La Corte entera se asombra ante semejante escándalo, resolviéndose que Félix está loco y debe ser encerrado en una casa de orates. En el tercer acto la Duquesa, arrepentida del giro que toman las cosas, para evitar un mayor escándalo, va al manicomio. Mientras sale Félix, canta una bellísima romanza donde confiesa su amor. Cuando todo está previsto para su fuga, llega el Marqués de Caravaca. Félix se las ingenia para meter al Marqués con los locos, que se mofan de él y le quitan su caballeresco atuendo, con el que se disfraza y escapa. La obra termina con la llegada de la orden real autorizando el casamiento de la Duquesa y el hidalgo.


Francisco A. Barbieri - Un tiempo fue - Jugar con fuego

lunes, 2 de mayo de 2011

GITANOS - La gitana -Año I. Nº 65

0 comentarios
 
Mariano Fortuny Marsal –Gitana – 1870-72
Mariano Fortuny y Marsal –Gitana – 1870-72  (Museo Fortuny, Venecia)

Los gitanos que habitaban el antiguo barrio árabe del Albaicín serán los modelos favoritos de Mariano Fortuny y Marsal durante su estancia granadina, como observamos en este lienzo protagonizado por una bella gitana de rasgos orientalizantes. La figura aparece de busto, cubriendo sus senos y brazos con una tela sobrepuesta, dejando caer su larga cabellera negra por los hombros y la espalda; un collar rojo y unos grandes pendientes son los adornos que porta la joven, cuyo rostro queda en semipenumbra, bañado por un potente foco de luz que realza su piel oscura. El dibujo que moldea la figura deja paso a una pincelada rápida que no atiende a detalles, especialmente en la tela o el cabello, recortándose la joven ante un fondo neutro de tonalidad clara que contrasta con el cabello y la piel.


Fritz Kreisler compuso La Gitana en 1917, una obra para violín y piano basada en una canción gitana española de origen árabe del siglo XVIII.

F. Kreisler reconoció con alegría, en un artículo de una revista, que había nacido bajo la influencia de una estrella de la suerte. Entre los muchos dones de este genial violinista se encontraba la habilidad de componer piezas encantadoras y hacer deliciosos arreglos de melodías de otros compositores. Y nadie interpretó tales piezas tan fácilmente, con tanto estilo y maestría como lo hizo él. Kreisler fue un extraordinario virtuoso del violín, dotado con una facilidad natural para tocar el violín, que hacía que no necesitara practicar o ensayar tanto como la mayoría de sus colegas. Parte de la calidad de Kreisler como violinista residía en sus manos. La violinista australiana Daisy Kennedy, contemporánea del concertista austriaco, llegó a decir “tiene unas yemas tan suaves en sus dedos que lo hacen único”.


Fritz Kreisler - La gitana

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff